El gobierno de Pedro Sánchez en España enfrenta semanas complejas, en medio del debate del Presupuesto General del Estado para 2019 que no ha logrado el apoyo necesario en el Parlamento, donde el oficialista PSOE tiene apenas un cuarto de los escaños.
La presión política ha aumentado en los últimos días. El fin de semana, miles de personas marcharon en contra del diálogo que Sánchez emprendió con los independentistas de Cataluña, cuyos votos necesita para aprobar el erario público. Pero el debate presupuestario coincide con el inicio del juicio a 12 políticos catalanes que lideraron el proceso secesionista en 2017, y los opositores del Partido Popular y Ciudadanos criticaron el acercamiento de La Moncloa con el independentismo. La administración del PSOE, que comenzó el año pasado tras un voto de censura contra el PP que entonces lideraba Mariano Rajoy, ha quedado en vilo e incluso desliza la posibilidad de convocar a elecciones generales en la primera mitad del año.
Los analistas coinciden en que esta semana será crucial para la sobrevivencia del gobierno socialista en España que ha experimentado uno de los mayores crecimientos económicos de la zona euro en medio de un panorama global cada vez más pesimista. La debacle de Sánchez se suma a la incertidumbre en Francia por las protestas en contra de Emmanuel Macrón, en el Reino Unido por el Brexit y en Alemania, por la pérdida de liderazgo de Angela Merkel. Todo, en un año en que hay elecciones para el Parlamento Europeo y además se renueva el liderazgo del BCE.