En 2021, cuando se habló sobre hacer ley la obligatoriedad del Control de Estabilidad, se hizo teniendo en cuenta los más de 6 mil siniestros de tránsito y 97 fallecidos que hubo a causa de la pérdida de control del vehículo en 2020.
Desde el lunes, entró en vigencia la obligatoriedad que indica que todos los vehículos livianos de pasajeros nuevos que se vendan en el país, deberán incluir el Programa Electrónico de Estabilidad (ESP), tal como lo anunció la Subsecretaría de Transportes hace poco más de un año.
El ESP se trata de un mecanismo que optimiza la estabilidad direccional de los vehículos con la ayuda de un control automático del frenado de las ruedas en cada eje. La necesidad de implementar este sistema parte de las estadísticas que hubo en 2020, donde se registraron más de 6.186 siniestros de tránsito y 97 fallecidos debido a la pérdida de control cuando manejaban.
Durante los últimos 10 años, han fallecido más de 2.800 personas por causa de esta problemática. Dicha cifra, en el mismo período, representó un 18% del total de las causas de fallecidos en el tránsito.
Frenos ABS
Es necesario mencionar que en octubre de 2021, y con el objetivo de aumentar los estándares de seguridad vial, entró en vigencia la norma que obligó a todos los automóviles nuevos que se comercialicen en Chile contar con el sistema de bloqueo de frenos, conocido como ABS.
Esa regla comenzó su primera etapa en 2020 cuando todos los nuevos modelos, que eran homologados en el Centro de Control y contaban con Certificación Vehicular del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (3CV), debían acreditar que tenían dicho sistema de frenos.
El ABS, bajo determinadas situaciones de frenado, cumple la función de evitar que los neumáticos se bloqueen y ayudar al conductor a tener un mejor control del vehículo. Por ejemplo, es ideal para cuando el pedal de freno es presionado a fondo y los neumáticos se bloquean.
Frente a estas eventualidades, el mecanismo de ABS mejora el frenado, reduciendo las probabilidades de un bloqueo de las ruedas y permitiendo una mejor maniobrabilidad por parte del conductor.
Según la Subsecretaría de Transportes, “el uso de ABS en vehículos livianos de pasajeros puede reducir los siniestros de tránsito fatales con peatones, ciclistas y animales en un 13%. En vías mojadas, con nieve o hielo, puede reducir las colisiones con otros vehículos hasta en un 12%, según información de la NHTSA (National Highway Traffic Safety Administration)”.