Cuando a mediados de abril el presidente de Donald Trump presentó un plan para reabrir la economía de Estados Unidos al mismo tiempo que varios gobernadores ya estaban anunciando sus propias acciones para flexibilizar el distanciamiento social, hubo quienes pidieron cautela para evitar que las infecciones volvieran a aumentar rápidamente.
Sólo dos meses y medio después, algunos de los estados pioneros en liberalizar las restricciones, se han visto forzados a tomar nuevas medidas para evitar que los contagios sigan aumentando, ya que en promedio los casos confirmados crecieron un 40% durante la semana pasada, a cerca de 40.000 por día hasta ayer, cifras superiores a lo reportaba en abril, cuando se creía que el virus había alcanzado su peak en EEUU.
Hasta el momento, más de una docena de estados han revertido o pausado el desconfinamiento de comercios o empresas y han solicitado a las personas que vuelvan a trabajar desde sus casas, lo que según cálculos de Goldman Sachs significa que la reapertura se han interrumpido para aproximadamente el 40% de la población de EEUU. Los pioneros en detener el desconfinamiento, fueron texas, el segundo estado más poblado del país y florida, que a su vez fueron los primeros en dar a conocer planes de reapertura en abril, pero que el viernes pasado, anunciaron el cierre de bares y restoranes.
Durante el fin de semana y hasta ayer, se sumaron más estados, entre ellos, Carolina del Norte y Luissiana, que detuvieron sus planes para retomar las actividades y dijeron que no pasarían a sus próximas fases como estaba planificado. Mientras que California, ordenó el domingo el cierre de algunos bares y agregó el lunes algunos condados a su lista de quienes pueden tener que restablecer medidas más severas, para frenar la propagación del covid-19. En Nueva Jersey, en tanto, no se permitirá que los restoranes del estado reanuden las comidas en interiores como se tenía planificado inicialmente y según el gobernador Phill Merphi, no hay nuevos planes de hacerlo. Arizona fue el último estado en pausar la reapertura de las empresas, que comenzó para la mayoría en mayo, pero que desde ayer prohibió el funcionamiento de bares, gimnasios, cines y parques acuáticos. De momento las autoridades informaron que intentarán reiniciar los negocios suspendidos en un plazo de 30 días.
En cuanto a las cifras, florida ha experimentado el mayor aumento y está promediando alrededor de 6.600 nuevos casos por día, en comparación con los cerca de 760 de hace un mes. Texas y California suman cerca de 5.500 contagios diarios, los que han aumentado en un 327% y un 115% respectivamente, desde el 31 de mayo. Arizona, Georgia, Carolina del Norte y Carolina del Sur, también promedian sobre 1000 nuevas infecciones al día.
Desde una perspectiva global, el asesor de salud de la Casa Blanca- Anthony Fauci, advirtió que EEUU no tiene control total de la pandemia y que los nuevos casos diarios podrían superar los 100.000 si el brote continúa su ritmo actual.