A dos semanas de las elecciones presidenciales en Brasil, empiezan a perfilarse los lineamientos económicos del futuro gobierno de Jair Bolsonaro.
El mandatario electo ha dado señales claras en las últimas horas de que evalúa una reforma gradual del costoso sistema de pensiones, con el objetivo de controlar el déficit presupuestario, sin generar pánico o rechazo en la sociedad. Y es que existe el temor de que las medidas, altamente impopulares, socaven el apoyo que logró en los comicios. Por ello, Bolsonaro ha dicho que "se deben honrar los contratos" y que "no se pueden modificar las normas sin considerar el impacto en el ser humano".
Entre las primeras medidas que se han empezado a conocer, Bolsonaro defiende la propuesta de la edad mínima de jubilación en 61 años para los hombres y en 56 para las mujeres, pero asegura que no se debe generalizar el tope para todas las profesiones y que este deberá ser evaluado según las peculiaridades de cada empleo. Aún así, el ultraderechista espera que parte de la reforma sea aprobada por el actual gobierno Michel Temer para tener algo del camino avanzado en favor de la economía antes de llegar al poder. Este miércoles se reunirá en el palacio de Planalto con el actual presidente para avanzar en el tema, aunque reconoce que la aprobación de la reforma depende del legislativo. Si el actual congreso no diera el visto bueno a la propuesta actual, el nuevo gobierno presentará entonces un programa propio en 2019.
Mientras, el escenario económico del país empieza a mostrar avances. Aunque los riesgos negativos para la trayectoria de la inflación siguen siendo superiores a los positivos, la diferencia disminuyó desde septiembre cuando el banco central del país realizó la última reunión y decidió mantener las tasas en 6,5%. Y es que, según las minutas de ese encuentro, las incertidumbres en el ámbito doméstico han retrocedido no necesariamente por el proceso electoral, pero si se destaca el liderazgo de Bolsonaro en las encuestas y su posterior victoria como elementos decisivos para alimentar el optimismo del mercado.
Hasta el momento, todo se basa en expectativas y algunos analistas consideran que él mercado ha sobre reaccionado con Bolsonaro. Habrá que ver si logra avanzar en sus propuestas y para ello el respaldo del congreso será fundamental.