Los salarios de los trabajadores en todo el mundo se han visto afectados de forma negativa, según lo expuesto en el más reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Dicho informe señala que: “Durante el primer semestre del 2020, la crisis sanitaria por el Covid-19 ocasionó una reducción o el crecimiento más lento de los salarios mensuales, percibidos por los trabajadores, en dos tercios de las naciones, de las que se contaba con datos oficiales.”
Asimismo, en este informe se manifiesta que tanto las mujeres como los trabajadores con salarios más bajos son los que han resultado más perjudicados por esta crisis sanitaria. “El conjunto de los trabajadores se ha visto afectado de distintas formas, siendo el grupo conformado por las mujeres, el que ha sido más negativamente impactado, en comparación con el de los hombres”.
Igualmente revela el Informe que, “En base a las muestras recogidas en 28 naciones europeas, se ha determinado que, sin incluir los subsidios, el deterioro salarial para las mujeres hubiese sido del 8,1% en contraste con el 5,4% para los hombres, durante el segundo trimestre del 2020”.
“Los trabajadores que perciben los sueldos más bajos han recibido igualmente un efecto negativo en sus ingresos. Aquellos trabajadores menos calificados perdieron más horas de trabajo, en comparación con los que ocupaban posiciones ejecutivas o profesionales mejor pagados”, añade al respecto el informe.
De acuerdo a la información de 28 países Europeos, de no existir los subsidios temporales, se hubiese deteriorado en un 17,3% el salario del 50% de los trabajadores de menores ingresos. Además, se considera probable que, en el futuro no muy lejano, los salarios sigan decreciendo.
En este sentido, Guy Ryder, director general de la OIT, expresó que la pandemia del Covid-19 ha provocado que la desigualdad social siga creciendo, lo que podría arrojar un desesperanzador saldo de pobreza e inseguridad social y económica de gran magnitud.
Agregó también: “El objetivo de nuestro plan de recuperación económica deben ser las personas. Se requiere de políticas salariales apropiadas que consideren la sostenibilidad del empleo y de las empresas, en las que se planteen igualmente las desigualdades y la exigencia de sostener la demanda”.
De igual forma recalcó que si trabajan en función de un futuro mejor, no deberían plantear temáticas incómodas, como por ejemplo, por qué siguen estando tan mal remuneradas ocupaciones de reconocido valor social, como las de cuidadores/as y educadores/as.