Ante la complicada situación que atraviesa el sector de la construcción, la incertidumbre está instalada también respecto a la industria inmobiliaria, la cual registra un déficit habitacional de cerca de 600 mil viviendas y un acceso a las mismas cada vez más estrecho por parte de las entidades bancarias.
En este sentido, la Asociación de Desarrolladoras Inmobiliarias advirtió que las ventas del sector bajarán más de 40% este año. Sin embargo, hay miras de una recuperación en 2023, aunque un poco lenta.
En la banca privada, por su parte, indican que el acceso a la vivienda está presentando dificultades estructurales, y requiere medidas a largo plazo para que se recupere. A pesar de que en la última década, la banca privada ha sido un elemento clave y ha financiado más de 2,4 millones de viviendas, las colocaciones de crédito hipotecario han ido a la baja.
Si en 2020 representaban un 28,8% del PIB, en 2022 registraron una caída a 27,3%, rompiendo una tendencia que se había mantenido a lo largo de los años. Esto se debe en buena parte a factores financieros, como el alza de tasas de interés que, con un incremento de 168 puntos base desde 2019 a la fecha, aumentaron los dividendos en 16,1%.
Gran caída en las ventas inmobiliarias
Ante esto, uno de los ejemplos que figuran es que el ingreso mínimo para acceder al préstamo aumentó desde $1 millón 800 mil a $2 millones 100 mil pesos.
No obstante, esta es solo una aproximación de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras, la ABIF, ya que su gerente general, Luis Opazo da cuenta que, en realidad, la situación es aún más severa de lo que se muestra.
Incluso, este escenario comenzó a ser más notable en el mercado inmobiliario, donde las proyecciones apuntan a que las ventas caerán desde 137 millones de UF hasta 80 millones en 2022. Un descenso total de 43%, que es más marcado en casas que en departamentos.
Así lo prevé el presidente de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios, Mauricio Varela, quien también anticipó que en el próximo año podría haber cifras más prometedoras.
Otra de las advertencias de la ABIF es que hay preocupaciones por el tiempo que tome la recuperación, teniendo en cuenta que la extensión de los resultados negativos alcanza 12 meses, y podría extenderse por algún tiempo más.