El Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC), inició una investigación tras conocerse algunos reclamos de consumidores que señalaban que las empresas no informaban de forma apropiada los precios de sus productos y servicios luego de ser puesta en vigencia la factura electrónica.
En su denuncia, los consumidores indican que a la hora de consultar el valor de un producto se les dice un precio como el definitivo, pero cuando pasan por caja a cancelar, en la factura observan que dicho precio se incrementa en un 19%, lo que corresponde al IVA.
En la nueva factura electrónica, que se encuentra vigente desde el 1 de enero del 2021, se requiere que las empresas desglosen y muestren por separado el monto neto del IVA, lo cual no quiere decir que se notifique al consumidor el precio parcial como si fuese el definitivo.
Unos veinte reclamos que se han hecho a empresas de telefonía móvil y multiservicios, retail, supermercados y servicios de electricidad, entre otros, han sido reportados al SERNAC.
La incorporación de la factura electrónica no afecta en nada los derechos de los consumidores a ser informados por las empresas del precio final a cobrar, aclaró Lucas Del Villar, director nacional del SERNAC.
Aunque en el nuevo reglamento se exige a las empresas que publiquen por separado en la factura electrónica el precio neto del producto y el IVA, en la Ley del Consumidor se establece que debe informarse de forma veraz y oportuna el precio final del producto o servicio, con todos los cargos agregados, añadió Del Villar.
“No se puede admitir que cuando una persona quiera comprar un producto o contratar un servicio a cierto precio, sólo sea después de que se entere de que debe agregarle un 19% más por efecto del IVA, ya que ello puede llevarle a cambiar su decisión de compra. La obligación de notificar el precio final es un derecho establecido desde tiempo atrás, por lo que la nueva factura no puede justificar su omisión”, apuntó Del Villar.
En vista de que la factura electrónica es una normativa de reciente data, ello podría dar lugar a interpretaciones erradas por parte de ciertas empresas o lo que puedan informar los vendedores, expresó el director.
Por tal motivo, el SERNAC emprendió una investigación para averiguar si es una práctica generalizada y demandar los ajustes a que haya lugar. De no ser así, se estudiarían las medidas a aplicar.