Según una investigación llevada a cabo por Enlace Inmobiliario, durante el segundo trimestre del año, la región del Bío Bío experimentó una reducción del 4% en las solicitudes de preaprobación de créditos hipotecarios. Esto representa una disminución en comparación con los primeros meses del año.
A pesar de que las cifras reflejan un aumento del 6% en comparación con el mismo periodo del 2022, la disminución del 4% en las solicitudes de preaprobaciones de créditos hipotecarios durante el segundo trimestre de este año se debe en gran medida a las políticas restrictivas de las instituciones financieras, especialmente en lo que respecta a la exigencia de una renta mínima.
Estas condiciones difíciles en el acceso al crédito, combinadas con una economía familiar todavía frágil, han sido los principales factores que han obstaculizado el proceso de solicitud.
La tendencia se evidencia en que aproximadamente el 80% de las personas que buscaron obtener una preaprobación de crédito en la región optaron por propiedades con un valor inferior a las 2500 UF, que generalmente califican para un subsidio habitacional.
Sergio Barros, director ejecutivo de Enlace Inmobiliario, señaló que, a pesar de las mejoras en los indicadores económicos, como una inflación constante a la baja, aún persisten tasas de interés elevadas y las exigencias restrictivas de los bancos para acceder al crédito. Además, la liquidez de las familias continúa siendo débil.
A pesar de que la disminución de la inflación ha influido en una reducción de las tasas hipotecarias, estas siguen siendo elevadas, superando el 4%, en comparación con los mínimos alcanzados antes de la pandemia, según explicó Barros.
Asimismo, mencionó que, aunque se han implementado medidas para facilitar el acceso al crédito, como el Fondo Solidario para la Adquisición de Vivienda (Fogaes) destinado a la compra de la primera vivienda, este mecanismo aún no ha despertado el suficiente interés.
El ejecutivo de Enlace Inmobiliario advierte que las condiciones para lo que queda del año no deberían cambiar significativamente.
En el último trimestre, se observó un aumento del 15% en las solicitudes de crédito rechazadas, mientras que las aprobaciones aumentaron sorprendentemente en un 118%. Esto podría explicarse por una aparente mejora en las condiciones financieras de las personas que solicitaron evaluaciones.
En cuanto al tipo de vivienda preferida, durante el segundo trimestre se mantiene la tendencia hacia los departamentos con un 70%, en comparación con el 30% que prefiere casas. Además, en lo que respecta al destino del bien, las solicitudes de preaprobaciones para viviendas de uso residencial continúan siendo las más predominantes, alcanzando el 80%.
