A 5,2% cayó en agosto la tasa de desempleo en Estados Unidos, dos décimas por debajo de la registrada en julio, según anunció el pasado viernes el Departamento de Trabajo.
Dicha cifra es la más baja desde que se desencadenó la pandemia del covid-19, la cual afectó de forma severa al mercado laboral estadounidense.
Tal descenso fue previsto por los analistas en vista de la reanudación de las actividades económicas, no obstante, el rebrote de contagios a causa de la variante delta y la desaceleración del proceso de vacunación.
En agosto se añadieron en total a la economía 235.000 empleos, bastante distante del millón 53 mil puestos de trabajo que se crearon en julio, constituyéndose en la cifra más baja de los últimos siete meses.
Tras revisarse los datos de julio se determinó que efectivamente fueron creados 1,1 millones de nuevos empleos.
243.000 empleos fue el aporte que hizo el sector privado en agosto, mientras que en julio fue de 798.000, al tanto que el sector público tuvo un registro negativo de 8.000 en el octavo mes. Dicha cantidad de nuevas plazas de trabajo de agosto no cubre las expectativas de los economistas, quienes habían previsto 750.000, pudiendo ser ello señal de cómo la variante delta ha afectado la recuperación económica.
No fue sino tras dos meses de firme crecimiento del empleo que éste experimentó una considerable desaceleración. Esta aparente dualidad de una exigua creación de empleos y, al mismo tiempo, una baja tasa de desocupación, obedece a la circunstancia de que numerosas personas se han apartado del mercado laboral y ya no muestran mayor interés en buscar trabajo.
Tasas de desempleo
De acuerdo al Departamento de Trabajo, los sectores donde mayores empleos se crearon fueron servicios profesionales y comerciales, transporte y almacenamiento, educación privada, manufactura y otros servicios.
La cifra mensual de creación de empleos es un indicador de cómo la economía estadounidense se recupera. El presidente Biden ha puesto como una de sus grandes prioridades la generación de puestos de trabajo, por lo que aspira a que el Congreso apruebe sus colosales planes de inversión para asegurarse de que sea sostenible el crecimiento económico.
Los más recientes datos apuntan a que la mayor demanda de mano de obra, producto de la reactivación de la economía, genere presión para que las remuneraciones sean mejoradas. En un 0,6% aumentó el mes pasado el salario que por hora reciben los trabajadores, lo que lo llevó a 30,37 dólares/hora, habiéndose incrementado 4,3 % en un año.
Con respecto a febrero de 2020, en Estados Unidos aún restan por crearse 5,3 millones de plazas de trabajo, habiéndose ubicado entonces la tasa de desempleo en 3,5 por ciento, su nivel más bajo en cinco décadas.
