Los expertos explican que hasta que no se logre recuperar el ahorro y la inversión, las entidades bancarias no podrán volver a financiar créditos con tasas más convenientes.
Según un reporte, las tasas de interés para créditos hipotecarios cerraron el 2022 con una tendencia bajista, promediando un 4,4%, luego de posicionarse en su nivel más alto en 13 años durante noviembre de ese año.
Para este 2023 se prevé una mayor estabilidad en el sector, teniendo en cuenta que las tasas no caerán mientras no se fortalezcan los niveles de inversión.
Por su parte, lejos de los mínimos históricos del 2% que se registraron en 2019, las tasas de interés para préstamos hipotecarios finalizaron el reciente año promediando un 4,4%, según precisó el Banco Central.
En este sentido, el interés en el crédito para la vivienda se aleja del 4,6% que marcó en noviembre, el cual fue el nivel más alto desde 2009, aunque las perspectivas para este año todavía no son auspiciosas.
Álvaro Acosta, director de Finanzas Corporativas de Open BBK, atribuye tales niveles a la Tasa de Política Monetaria del Banco Central, como un “elemento coyuntural, pero -más de fondo- al deterioro que ha tenido el mercado de capitales”.
Hasta que no se recupere el ahorro y la inversión -señala Acosta-, los bancos no podrán volver a financiar créditos con tasas más beneficiosas para las personas.
En resumen, aunque la demanda de préstamos hipotecarios y la compra de viviendas han caído considerablemente, a propósito de las condiciones menos accesibles actuales, existen alternativas en el mercado.
Un ejemplo de ello es el denominado “Hipotecazo” del BancoEstado, una campaña destinada a otorgar financiamiento por hasta el 80% a tasas de hasta el 3,7%, en el caso de los préstamos por 20 años. De hecho, tal iniciativa se extendió hasta el próximo 31 de enero, según detalló Marcelo Hiriart, gerente de la división de Ahorro y Vivienda de la institución.
Los datos recopilados mientras que el sector de viviendas terminó a la baja en 2022. Sin embargo, las tasas para el crédito de consumo aumentó de 23 a 28,1%, hasta su nivel más alto desde el año 2012; mientras que en los préstamos comerciales el año terminó en un promedio de 15,3%, el máximo histórico en los registros.