La prolongada crisis que atraviesa Venezuela está a punto de entrar a una nueva fase, a medida que el gobierno de Nicolás Maduro comienza a implementar reformas económicas, los países de América Latina toman medidas para hacer frente a la creciente ola migratoria.
El lunes, entró en vigencia una nueva moneda llamada "bolívar soberano", que resta cinco ceros a su antecesor el bolívar fuerte implementado hace 11 años por el expresidente Hugo Chávez. La medida llega apenas 20 meses después de que el gobierno decretara la emisión de billetes de alta denominación, diluidos por la inflación y la pérdida de valor de la divisa, cuya devaluación ya es la más acelerada del planeta. Junto con ello, Maduro aumento en cuatro puntos porcentuales el impuesto a la renta, además de incrementar el salario mínimo en 3000% y recortar el subsidio a los combustibles.
Pero los economistas dudan de que los cambios implementados por Caracas vayan a mejorar la situación económica del país, cuya inflación podría cerrar el año en un 1.000.000%, según proyecciones del Fondo Monetario Internacional. En tanto, los países de América Latina toman medidas ante la creciente ola de inmigrantes venezolanos. En el estado brasileño de Roraima, las autoridades pidieron prohibir su ingreso, tras las recientes tensiones. Ecuador y Perú ya han comenzado a exigirles pasaporte, mientras Argentina, Chile, Paraguay y Colombia acudirán contra Maduro a la corte penal internacional.
La crisis venezolana ya lleva años en desarrollo, y, tras la victoria de Nicolás Maduro en unas cuestionadas elecciones este año, no se avizora una salida pronta.
