La escasez de semiconductores obligó al gigante automotriz General Motors (GM) a disminuir su producción, lo que provocó que sus ventas de automóviles en Estados Unidos se desplomaran un 33% en el tercer trimestre, según lo anunció la empresa el pasado viernes.
Apenas unos 446.997 vehículos fue lo que GM alcanzó a comercializar en el periodo de julio a septiembre, cuando en el mismo lapso del año pasado vendió 665.192 unidades y en 2019 fueron 738,638, conforme al comunicado.
GM y otros constructores de autos se han visto forzados a paralizar sus plantas por semanas, debido a la escasez global de semiconductores, lo que llevó a sus distribuidores a operar con existencias limitadas de automóviles y camiones.
A más de 334.000 vehículos ascendía el stock de los concesionarios de GM al concluir el primer trimestre, el que en años previos solía ser de 800.000 unidades. En los inventarios de los concesionarios apenas había 128,757 unidades de GM al cierre de septiembre, cifra inferior a las 211,974 de finales del segundo trimestre.
En cerca de 200.000 unidades deberían caer sus ventas en la segunda parte del año con respecto al primer semestre, de acuerdo a las proyecciones de la dirección de la empresa, “ello mayormente motivado a las alteraciones que experimenta la cadena de suministros en Malasia a causa de la pandemia”.
En Estados Unidos las ventas de vehículos nuevos y pick-up caerán en total 13% en el tercer trimestre, acorde a Edmunds, una consultora especializada en el sector automotor
“Debido a que no hay suficientes autos, las ventas se han venido derrumbando mes tras mes, pese a que los consumidores continúan solicitándolos”, acotó Jessica Caldwell, de Edmunds.
GM recalcó que el problema no residía en la demanda de los consumidores. “Lo que ocasiona que la demanda no ceda son las amplias vacantes, la cada vez mayor demanda de autos reprimida y la gran suma de ahorros que los hogares han acumulado a lo largo de la pandemia”, expresó Elaine Buckberg, economista en jefe de GM.
En GM mantienen el optimismo y afirman que la situación ha de mejorar, asimismo estiman que en el “otoño boreal operarán de manera más estable”, opinó Steve Carlisle, responsable del grupo para América del Norte.
Los constructores de automóviles han sacado ventaja de la crisis de suministros incrementando los precios de los autos, con lo cual podrán compensar en cierta medida las bajas ventas. A $47,467 se elevó el precio promedio de un vehículo GM en el tercer trimestre, alrededor de un 32% más alto que en el mismo lapso de 2018.
